Luego de alcanzar un máximo en abril de 16.25 unidades por dólar, impulsado por el “carry trade”, el otrora “súper peso” cotiza actualmente alrededor de 19.15 por dólar.

Un cóctel de factores, incluyendo reformas constitucionales en México, un mayor déficit fiscal local, la posible victoria de Donald Trump y una contracción económica en Estados Unidos, podría llevar el tipo de cambio a 21 por dólar, según analistas.

“La volatilidad implícita ha aumentado y hay varios riesgos hacia adelante tanto de México como de Estados Unidos”, afirmó Jorge González, director de Asesores en Divisas y Riesgos.

El Banco de México (Banxico) anunciará el jueves si mantiene la tasa clave en 11%, lo que podría contener temporalmente el debilitamiento del peso.

Las presiones sobre el peso se exacerbaron tras las elecciones del 2 de junio y débiles datos económicos en Estados Unidos, llevando al peso a superar brevemente las 20 unidades por primera vez en casi dos años.

En el ámbito local, se esperan reformas constitucionales en septiembre y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, asumirá el poder el 1 de octubre con el desafío de reducir el déficit fiscal.

“Vemos unas semanas complicadas para el mercado”, afirmó Humberto Calzada, economista en jefe de Rankia Latinoamérica.