Este día recuerda la Última Cena de Jesús con sus discípulos, momento clave en el que, según la tradición cristiana, se instituyó la Eucaristía, el sacerdocio y el lavatorio de pies como símbolo de humildad y servicio.

Durante esta jornada, en todo el país se celebran dos misas principales: la Misa Crismal, donde se consagra el Santo Crisma y los sacerdotes renuevan sus promesas, y la Misa Vespertina, que marca el inicio del Triduo Pascual, los tres días previos a la resurrección de Cristo.

La conmemoración también incluye la tradicional Hora Santa, en recuerdo de la oración de Jesús en el Huerto de los Olivos y su posterior aprehensión. En diversas regiones de México, los fieles participan en procesiones, escenificaciones religiosas y en la tradicional Visita de las Siete Casas, que simboliza el recorrido de Jesús antes de ser crucificado.

Uno de los eventos más multitudinarios del país ocurre en Iztapalapa, Ciudad de México, donde la representación de la Pasión de Cristo en el Cerro de la Estrella convoca a millones de personas cada año.

El Jueves Santo es, junto con el Viernes Santo, un día de profunda reflexión espiritual, donde los creyentes se abstienen de consumir carne roja y reviven la Pasión de Cristo con fe y devoción.