La carta fue matasellada en Queenstown, Irlanda, una de las dos paradas que hizo el Titanic antes de hundirse.
Nadie en Irán sugirió directamente que la explosión se debiera a un ataque.
La carta fue matasellada en Queenstown, Irlanda, una de las dos paradas que hizo el Titanic antes de hundirse.
Nadie en Irán sugirió directamente que la explosión se debiera a un ataque.