¡Síguenos!
TwittearVisitas: 480
El conflicto armado y fenómenos naturales agravan la emergencia.
El congelamiento de fondos de EE. UU. complica el panorama.
Durante los primeros tres meses de 2025, Colombia vive una de las peores crisis humanitarias de los últimos años. Según datos de la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA), el número de personas afectadas por el conflicto armado y la violencia se cuadruplicó en comparación con el mismo periodo de 2024.
La situación es particularmente grave en regiones como el Catatumbo, donde solo este trimestre se reportó un incremento del 20% en el número de personas desplazadas respecto a todo 2024. En Chocó, la historia se repite: bloqueos armados por parte de grupos no estatales tienen bajo confinamiento a medio millón de personas, muchas de ellas pertenecientes a comunidades étnicas, sin acceso a salud ni educación.
Y es que a la violencia se le suman los desastres naturales. En Cauca, la reciente activación del volcán Puracé dejó a más de 26 mil personas afectadas, en un contexto ya marcado por el conflicto armado.
A todo esto, se añade una preocupación mayor: el posible recorte en la asistencia humanitaria. La verdad es que, si el congelamiento de fondos por parte del gobierno de los Estados Unidos continúa, más de 1,4 millones de personas quedarían sin acceso a servicios esenciales. Un golpe durísimo para quienes ya lo han perdido casi todo.