El objetivo de estos dispositivos era saturar y confundir las defensas aéreas ucranianas. Este nuevo asalto aéreo ha dejado un saldo trágico de al menos 9 muertos y más de 30 personas heridas en la ciudad de Marganets, ubicada en el sureste del país.

El ataque tuvo como blanco un vehículo en Marganets, donde un grupo de civiles se vio afectado por la explosión de los drones lanzados por Rusia. La ofensiva aérea forma parte de una estrategia militar más amplia que ha impactado varias regiones de Ucrania. Además de Marganets, se registraron incendios y daños significativos en Kiev, Járkov, Poltava y Odesa debido a una nueva oleada de ataques.

Según la Fuerza Aérea de Ucrania, Rusia es responsable de lanzar estos 134 drones, con la intención de desestabilizar las defensas del país. Los drones de ataque son conocidos por su capacidad para destruir infraestructura clave, mientras que las réplicas sin carga explosiva buscan confundir a las fuerzas ucranianas.

Durante la noche, el gobierno ucraniano reportó bombardeos y daños importantes. Las autoridades continúan con las labores de rescates y la evaluación de los daños, mientras la tensión aumenta debido a la persistencia de los bombardeos y ataques aéreos.

Este nuevo ataque subraya la grave situación en Ucrania, con una población civil expuesta a la violencia indiscriminada de los drones. La comunidad internacional sigue pendiente del desarrollo de los acontecimientos.