En Afganistán, más de 400 matronas quedarán sin apoyo.

Medio millón de mujeres podrían perder acceso a atención especializada.

Graves recortes presupuestarios están impactando directamente al Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la agencia especializada en salud reproductiva, obligándolo a reducir su respaldo a matronas en contextos de crisis humanitaria.

En 2025, la organización solo podrá financiar el 47% del personal planificado en ocho países afectados por conflictos armados y emergencias sanitarias, según el comunicado oficial del UNFPA.

Uno de los casos más alarmantes es Afganistán, donde 409 matronas dejarán de recibir respaldo financiero y operativo, lo que limitará gravemente la atención médica para al menos 500,000 mujeres embarazadas en zonas de alto riesgo.

Las matronas, consideradas el “primer frente” de la salud materna, enfrentan ahora la amenaza de quedar desprotegidas.

“Las parteras salvan vidas. Acuden al rescate en las circunstancias más extremas (…) son un salvavidas para las mujeres embarazadas”, advirtió Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA.

Este retroceso pone en jaque los derechos reproductivos de miles de mujeres y expone una urgente necesidad de cooperación internacional para proteger los sistemas de salud más vulnerables.