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🔸 Bursa, una de las zonas más afectadas por el fuego
🔸 Más de 1,100 bomberos luchan contra las llamas
Turquía enfrenta una severa emergencia ambiental desde finales de junio. Decenas de incendios forestales han arrasado las zonas boscosas de Bursa, al noreste del país, donde el fuego se ha propagado velozmente por las altas temperaturas, condiciones secas y vientos intensos.
Hasta ahora, 1,765 personas han sido evacuadas de aldeas cercanas, mientras más de 1,100 bomberos trabajan día y noche para contener el avance de las llamas. Las autoridades cerraron la carretera entre Bursa y Ankara, interrumpiendo el tránsito entre estas dos importantes ciudades.
El desastre se agudizó el viernes cuando Turquía registró su temperatura más alta desde que se tienen registros: 50.5°C en la provincia de Sirnak, ubicada al sureste. Este nuevo récord refuerza las alarmas sobre el impacto del cambio climático en la región.
La situación mantiene en alerta a organismos internacionales y autoridades locales, mientras los esfuerzos de contención continúan sin descanso. Los cuerpos de emergencia han reforzado la logística aérea y terrestre, aunque las condiciones meteorológicas adversas siguen complicando el trabajo de extinción.