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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este lunes que considera que se está “más cerca que nunca” de alcanzar un acuerdo de paz en Ucrania, luego de que representantes estadounidenses sostuvieran reuniones en Berlín con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y con autoridades europeas durante el fin de semana.
Trump realizó estas declaraciones durante un acto en la Casa Blanca, donde explicó que este mismo día mantuvo una “muy buena conversación” con líderes europeos, en el contexto de los esfuerzos diplomáticos impulsados por Washington para poner fin al conflicto.
En paralelo, la Organización de las Naciones Unidas expresó su respaldo a cualquier diálogo que conduzca a una resolución pacífica del conflicto, aunque subrayó que no ha recibido información sobre el plan planteado por Estados Unidos. Así lo señaló Farhan Haq, portavoz del secretario general António Guterres, durante una rueda de prensa.
Haq precisó que la ONU defiende negociaciones alineadas con las resoluciones de la Asamblea General, del Consejo de Seguridad, la Carta de la ONU y el derecho internacional, incluido el principio de integridad territorial. También enfatizó que Naciones Unidas no cuenta con detalles del plan y que Estados Unidos es responsable de su propia iniciativa.
El portavoz recordó que, al inicio de la guerra, la ONU intentó dialogar con los líderes de ambas partes y ejercer sus “buenos oficios” dentro de las posibilidades existentes. “A veces la dificultad reside en lograr que las partes involucradas dialoguen entre sí”, afirmó.
En medio de las negociaciones, Estados Unidos señaló que ofreció a Kiev garantías de seguridad de “nivel platino”. Altos funcionarios del gobierno de Trump, bajo condición de anonimato, calificaron como “realmente positivas” las conversaciones sostenidas por los emisarios Steve Witkoff y Jared Kushner con Zelenski y con funcionarios europeos.
De acuerdo con estos funcionarios, Washington plantea garantías de seguridad similares al Artículo 5 de la OTAN, sin incluir el despliegue de tropas estadounidenses, pero con mecanismos de disuasión militar, verificación y desescalada. La disputa por los territorios ocupados por Rusia continúa sin resolverse y las decisiones finales quedarán en manos de Kiev y Moscú.
