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La selección de Camerún se vengó este domingo de las dos finales que le ganó previamente Egipto y se adjudicó su quinta Copa África al derrotar al combinado que ahora dirige el argentino Héctor Cúper, que volvió a perder una final, tras un intenso partido disputado en Libreville, capital de Gabón.
Un gol de Vincent Aboubakar (Besiktas) en el minuto 87 acabó con la racha invicta de los faraones, ausentes de la fase final desde que ganaran el torneo en 2010 y que no habían perdido un solo partido desde que les venciera Argelia en la fase de grupos de 2004.
Y eso que la final se puso de cara para los de Cúper muy pronto: alcanzado el minuto 21, Mohamad Elnany (Arsenal), que volvía al once titular tras perderse las semifinales y los cuartos, aprovechó un pase de Mohamad Salah (Roma) para batir casi son ángulo al portero del Sevilla Atlético Fabrice Ondoa.
A partir de ahí, el duelo discurrió por los cauces esperados: los cameruneses no se descompusieron y siguieron empujando en ataque mientras Egipto esperaba atrás, solidario y bien colocado, en espera de sorprender a la contra.
Los leones indomables, sin embargo, pronto sufrirían un nuevo revés, esta vez en forma de lesión: en el minuto 31 tenía que dejar el terreno de juego Adolphe Teikeu (Sochaux), uno de sus baluartes defensivos, al que sustituiría un afortunado Nicolas N’Koulou (Olympique de Lyon). Aun así, los cameruneses gozarían de tres ocasiones en las botas y la cabeza de Zoua, Christian Bassogog (Alborg BK) y Sebastien Siani (Oostende).
La segunda mitad empezó con la misma tónica, con los de Bross más decididos a buscar el empate y con los egipcios, que comenzaban a sentir el esfuerzo físico que exige una estrategia basada en la presión y el achique de espacios, campeando el temporal.
La mayor ambición de los leones indomables tuvo su fruto en el minuto 59 gracias a un poderoso remate de cabeza a la salida de un córner de N’Koulou que hallaría el camino hacia la meta de El Hedary.
A partir de ese momento, Camerún sumó convicción y el cansancio se unió al mazazo en el cuadro de los egipcios, a los que Cúper trató de reanimar con la entrada enseguida de la joven promesa del Stoke City, Ramadán Sobhi.
Sin embargo, sería otro hombre salido de refresco del banquillo el que sentenciaría el partido: Abubakar, que ha sido el jugador número 12 preferido de los “leones indomables” cazó un balón largo en el borde del área, se revolvió entre dos defensas y cercenó por bajo los sueños de El Hedary, Cúper y el resto de los egipcios.
La victoria otorga a Camerún una venganza servida en plato frío tras las derrotas en las finales de 1986 y 2008 y lleva el quinto título a sus vitrinas. Egipto, por su parte, pierde la segunda final de las nueve que ha disputado, la primera desde la que no pudo ganar a Etiopía en 1962, entonces aliada a Siria en la llamada “República Árabe Unida” (RAU).