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Con gol de Adam Szalai al minuto 62, tras una doble pared con Laszlo Kleinheisler y una definición picante de Zoltan Stieber al 87, Hungría venció 2-0 a la Selección de Austria, en la primera jornada del Grupo F de la Eurocopa-2016.
El conjunto austríaco, que sobre el papel se presentaba como favorito, terminó con diez hombres por expulsión del central Aleksandar Dragovic por doble amarilla al 66, limitando las posibilidades de reacción de Austria en el choque número 138 entre estas dos potencias del pasado.
Hungría no disputaba una Eurocopa desde su cuarto puesto en Bélgica 1972 y regresó con gloria, recordando aquellas páginas que escribieron alguna vez Puskas, Czibor o Kocsis en los cincuenta, aunque esta vez con mucho menos brillo.
En la primera parte, los austríacos demostraron mayor decisión y pusieron varias veces en apuros al arquero húngaro Gabor Kiraly, quien vivió una tarde especial al convertirse en el jugador más veterano en disputar un partido de fase final de Eurocopa con 40 años
A los 30 segundos, el lateral del Bayern de Múnich David Alaba, quien juega por el medio en Austria, estrelló un bombazo en el palo. Ocho minutos después, volvió a exigir a Kiraly con un zurdazo tras centro de la izquierda, pero el meta del Haladas estuvo firme como toda la tarde, con reflejos excelentes, como demostró en esa estirada ante un disparo esquinado de Zlatko Junuzovic al 37.
Los húngaros apenas inquietaron con un disparo del capitán Dzsudzsak al minuto 43, el mismo que volvió a intentarlo sin suerte en el minuto 54.
Hasta que el partido se le abrió a los húngaros con la joya de Szlai, quien hacía un año y medio que no marcaba y se despachó con todo al bajar de pecho una bola englobada para su compañero Kleinheisler, ante la salida del portero Almer se la punteó por abajo.
Los austríacos intentaron la levantada sin ideas, hasta que la roja para Dragovic enterró sus esperanzas, porque cada contra que lanzaba el once magiar era medio gol.
En un contra ataque de Stieber, quien fresco y con lucidez se la picó al portero y decretó el 2-0, como lo podría haber hecho Puskas, pero más de 50 años después.
Los austríacos de Marcel Koller deberán levantar cabeza justamente contra los lusos, mientras los húngaros podrán abrochar su boleto a octavos con una victoria frente a los islandeses, el próximo sábado.