La temporada 2017 de Fórmula 1, primera de la era americana bajo los auspicios de Liberty Media, se inicia el domingo en Melbourne, en Australia, con un gran premio del que se esperan muchas respuestas tras una serie de cambios.

Sin el último campeón en la pista, tras la retirada del alemán Nico Rosberg, y sobre todo con una nueva reglamentación técnica, no es tan fácil hacer pronósticos.

El año 2017 se anuncia por tanto huérfano de su campeón del mundo, lo que no había ocurrido desde 1993 y la retirada del francés Alain Prost. 

Pero 2017 es también el año de una nueva reglamentación técnica, que hará a los monoplazas más rápidos y ofrecerá una chance a sus rivales para atrapar a Mercedes.

Durante los ensayos de pretemporada, en el circuito de Barcelona, nueve pilotos firmaron mejores cronos que el mejor tiempo en carrera absoluto en este circuito, establecido por el australiano Mark Webber con un Red Bull en 2010.

"Creo que serán los coches más rápidos que jamás hayamos pilotado", explicó el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), muy satisfecho con los monoplazas nacidos de la nueva reglamentación técnica.

Lewis Hamilton (Mercedes), también se muestra positivo. "Como pilotos queremos conducir los mejores coches e ir siempre lo más rápido", señaló el triple campeón mundial, que considera que el desafío físico de las carreras en los últimos años ha sido "muy sencillo".