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🔹 Nacionalidad se perderá al adquirir otra
🔹 Críticas internacionales no se hicieron esperar
Este viernes, en una sesión simbólica desde Niquinohomo —tierra natal de Augusto C. Sandino—, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó una nueva reforma constitucional que redefine lo que significa ser nicaragüense. Con 91 votos a favor y sin una sola objeción, el Parlamento modificó el artículo 25 para establecer que la nacionalidad nicaragüense se perderá automáticamente al adquirir otra.
La iniciativa fue presentada por los copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes han defendido esta medida como una reafirmación del compromiso patriótico. “No puede existir doble fidelidad: la patria exige compromiso exclusivo”, afirmaron en su exposición de motivos.
La reforma se dio en el marco del 130 aniversario del nacimiento de Sandino, aunque analistas consideran que la intención va más allá de una conmemoración simbólica. Desde 2023, el régimen ha impulsado transformaciones constitucionales que consolidan su control total, eliminando el balance de poderes y legalizando incluso la apatridia.
Además del artículo 25, se reformó el 23 para obligar a los extranjeros a renunciar a su nacionalidad original si desean ser nicaragüenses, salvo los centroamericanos de origen. En febrero de 2025, otra reforma profunda eliminó la división de poderes y legalizó fuerzas parapoliciales.
La reforma ha sido severamente cuestionada por organismos internacionales como la ONU, la OEA y el Parlamento Europeo. La mayoría coincide en que estas decisiones son un paso más hacia el aislamiento y el autoritarismo.