Clínicas cerradas, carreteras destruidas y estrés creciente

Se prevén 1,600 partos en condiciones inseguras este mes

La situación en el norte de Cisjordania se ha vuelto crítica para miles de mujeres y adolescentes. De acuerdo con un reporte reciente del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Ministerio de Salud palestino, las operaciones militares israelíes en zonas como Jenin, Tulkarem y Tubas han provocado una seria crisis de salud pública.

Y es que aunque el 61% de los centros de salud en Jenin y Tulkarem siguen abiertos, el acceso real está bloqueado: caminos destruidos, cortes de electricidad, escasez de agua y restricciones de movilidad lo hacen prácticamente imposible. Además, las cadenas de frío para vacunas están comprometidas, lo que podría generar nuevas amenazas sanitarias.

Más de 161 mil mujeres y 71 mil adolescentes han perdido su acceso a servicios esenciales de salud sexual, reproductiva y neonatal. Se estima que al menos 1,600 nacimientos ocurrirán en condiciones inseguras en las próximas semanas, lo cual eleva drásticamente el riesgo de infecciones y complicaciones posparto.

La verdad es que el conflicto no solo deja escombros, también deja a familias enteras sin acceso a derechos básicos. A esto se suman el estrés, la desnutrición y un aumento preocupante en trastornos de salud mental y física entre la población femenina.