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António Guterres advierte que el océano está en peligro por el cambio climático y la contaminación
Costa Rica y Francia impulsan una alianza global para proteger la vida marina
Con el sol bañando el Mediterráneo y una brisa fresca que parece querer recordar la grandeza del mar, en Niza comenzó la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos. Más de 120 países y más de 50 líderes mundiales respondieron a la llamada, conscientes de que el océano no puede esperar más.
António Guterres, Secretario General de la ONU, no se guardó nada: “El océano es nuestro principal recurso compartido, pero le estamos fallando”, sentenció, dejando claro que la situación es grave. Y es que el impacto del cambio climático, la sobrepesca desenfrenada, la contaminación y la acidificación están destruyendo la vida bajo las olas. Los arrecifes de coral, que son como las “selvas” marinas, están colapsando. Mientras tanto, el nivel del mar amenaza con engullir costas e islas que, para muchas comunidades, son su hogar, su historia y su sustento.
La presencia masiva de países y líderes demuestra que hay un creciente entendimiento global: los océanos saludables son la base para la seguridad alimentaria y la estabilidad del clima. En palabras simples, sin mares sanos, no hay futuro sostenible.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles, subió al podio para poner el dedo en la llaga: “No queda tiempo para la retórica. Esta cumbre debe marcar un antes y un después, recordando que proteger el océano es una obligación moral, económica y, en última instancia, la garantía de que nuestra especie siga existiendo”. Es un llamado que resuena como una advertencia y una invitación a la acción conjunta.
La conferencia es, sin duda, un momento decisivo. Porque cuando el océano grita, el mundo no puede seguir en silencio.