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🔸 Reitera que la omisión es complicidad
🔸 Llama a actuar sin distinción política
En su participación durante la mañanera de Puebla, el gobernador Alejandro Armenta fue enfático: la conciliación tiene límites, y frente a un delito no cabe la omisión, sino la aplicación estricta de la ley.
“Una autoridad que cierra los ojos ante un delito es cómplice. Aquí estamos para servir”, declaró el mandatario.
Armenta dejó claro que la gobernabilidad inicia en el hogar, pero que no puede negociarse ante crímenes como el narcomenudeo o el cobro de piso. “¿Cómo puedes conciliar frente a un acto delictivo? Ahí no hay punto medio. Tiene que haber justicia”, enfatizó.
En sus recorridos regionales, el titular del Ejecutivo poblano ha dialogado con presidentes municipales para reiterar que el gobierno estatal respalda la legalidad. Destacó que la Secretaría de Seguridad Pública, encabezada por Francisco Sánchez González, de la Marina, actúa con rigor y transparencia.
Finalmente, Armenta advirtió que quien incurra en corrupción o esté vinculado con el crimen debe enfrentar consecuencias legales. La ley, insistió, no se negocia.