• No se detecta radiación, pero crecen las tensiones en Teherán
• Irán lanza advertencias a bases militares usadas por EE. UU.

Tras un ataque aéreo lanzado por Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán, la Media Luna Roja reportó que 11 personas resultaron heridas, y cuatro siguen hospitalizadas. La ofensiva encendió las alarmas, pero hasta el momento no hay evidencia de contaminación radiactiva.

Hossein Kermanpour, portavoz del Ministerio de Salud, explicó que las zonas atacadas contaban con clínicas de emergencia, lo cual ayudó a contener los efectos inmediatos. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) respaldó esta información, al declarar que no se ha registrado un aumento en los niveles de radiación.

Por su parte, el jefe de Seguridad Nuclear de Irán reveló que la mayoría del personal fue evacuado a tiempo, aunque fuentes de Reuters apuntan que el uranio altamente enriquecido pudo ser reubicado antes del ataque.

En un mensaje publicado en la red social X, el influyente asesor Ali Shamkhani sostuvo que Irán no ha perdido su capacidad estratégica, pese a la destrucción de algunas instalaciones. “El conocimiento, la voluntad y los materiales clave siguen presentes”, escribió. Y lanzó una advertencia: “Las sorpresas continuarán”.

Mientras tanto, más de 200 bombardeos israelíes han golpeado Teherán en apenas diez días, según el gobernador Mohammad Sadegh Motamedian. En entrevista con la televisión estatal, denunció que 120 viviendas fueron destruidas totalmente y al menos 500 más quedaron dañadas.

En una escalada verbal sin precedentes, Ali Akbar Velayati, asesor del líder supremo, declaró que todas las bases militares usadas por Estados Unidos serán consideradas objetivos legítimos por parte del ejército iraní. “No importa en qué país estén ubicadas”, advirtió.

La crisis entre Irán, EE. UU. e Israel se agrava con cada ataque y cada palabra. Y aunque las instalaciones nucleares puedan reconstruirse, las fracturas diplomáticas y el riesgo de un conflicto mayor se hacen cada vez más difíciles de revertir.